Siempre me ha apasionado la naturaleza y todo lo que tiene que ver con ella, plantas, suelo, aire, animales pero sobre todo el mar. Desde pequeña, mi obsesión fue la vida marina, el agua, los animales en el agua, los arrecifes, hasta los cangrejos que jamás me gustaron, pero igual me interesan.
Durante las
vacaciones de verano por lo regular, mi familia y yo viajábamos en barco a
visitar a mi familia en Durango y San Luis Potosí, lo mejor del viaje para mí
siempre era el recorrido en el barco. Veía como las olas chocaban contra el
barco cuando apenas salía o entraba al puerto, y la espuma que el agua hace a
los costados y detrás del barco cuando avanzaba. De vez en cuando veía delfines
y a veces hasta tortugas disfrutando del sol. Para mi esa parte del viaje era increíble,
poder disfrutarlo cada vacación que el dinero lo permitía. Fue ahí donde me di
cuenta que lo mío lo mío era la vida marina, el mar, los ríos, los lagos... Eso
es para mí la Biología Marina.
Dicen que
cada paso que has dado te lleva a donde estas ahora. Actualmente estoy en
preparatoria e involucrada con Ecology Project, pero ¿cómo llegó EPI a mi vida?
Es gracioso por que llegó por capricho.
Un día en
clase de Ecoturismo, el profesor nos habló de un curso de islas con unos tales
''EPI'', me pareció interesante pero en esos momentos estaba encaprichada por
un celular, así que solo escuchaba que te tenías que anotar en una lista y que ibas
a faltar una semana a clases. Pero mi mente decía ‘‘¿Mamá cuándo vamos a ver
los celulares?”… Con la fecha del curso acercándose, mi amiga me decía “Aline
tienes que ir, ¡qué genial!”. Por dentro mi dilema era “¿celular o Isla?”.
La lista final
estaba por entregarse y aún no estaba completa así que en un momento de impulso,
sin meditarlo ni pensarlo me dije “¡Por qué no, celular luego!” y me anote en
la lista...
Jamás me arrepentí
de haber ido sin pensarlo, fue tanta la experiencia, el lugar hermoso, la
ciencia, la diversión, el ambiente de EPI. El curso donde los conocí fue en octubre
de 2013 pero no fue sino hasta Semana Santa del siguiente año, que realmente me
involucré en EPI como lo estoy ahora. Se me ocurrió hacer mi servicio social
con ellos. Cuando llegó la temporada de primavera 2014 del Programa de Islas, me
dieron la oportunidad en la preparatoria de volver a asistir. ¡Fue un sin fin
de información nueva y experiencias!
Luego, tuve
la oportunidad de participar en un programa piloto de Monitoreo de Tortugas
Marinas en la Isla Espíritu Santo y conocí diferentes lugares como La Ensenada,
La Partida y playa Dispensa, lugares hermosos y tranquilos. Además tuve la
oportunidad de tocar algunas tortugas, de ver una Carey a unos cuantos centímetros,
de medir y pesar una Prieta y sin olvidar, de conocer gente nueva y hacer más
amigos. La comida como siempre espectacular.
En octubre
del mismo año, llegó nuevamente una invitación de EPI para su curso de Ecología de Islas para la temporada otoño pero
con un elemento especial... El curso se llevaría a cabo con estudiantes de
Costa Rica. Me emocionaba muchísimo la idea de participar y que esta
oportunidad llegara de nuevo a mí. No hay nada como la primera salida porque ahí
no sabes que esperar y todo es mega interesante. Sin embargo, esta última fue super
espectacular, era una convivencia tan genial con los chicos Ticos, tanta información
nueva e intercambio cultural, un ambiente muy agradable donde aprendí gracias a
los instructores que ''la ciencia es sexy''. La ida a la Lobera fue genial y
divertida: las crías estaban muy juguetonas con nosotros, hasta tan juguetonas
que me mordisquearon a mí y otros compañeros.
Así fue que
mis compañeros y yo nos comenzamos a interesar por el Club de Ecología
''Californios Verdes'' y decidimos asistir después de que nuestra prepa fuera
invitada al Rally de Balandra. A las 3 semanas de haber sido parte de los
participantes del Rally, me toco estar del otro lado del ''show'' como Californio
verde y fue espectacular. También fui al Programa de Tortugas Marinas en playa
San Cristóbal con ASUPMATOMA y los Californios verdes. Ahí mis ánimos por la educación
ambiental y la ecología pasaron de un 75% al 100%. Ahora que he conocido a chicos
nuevos de mi edad que tienen algo en común conmigo, me motiva seguir creando
una comunidad consciente de todo lo que tenemos en nuestra ciudad, de su
importancia para nosotros como paceños y sudcalifornianos. Con ello nace el
entusiasmo en mi de crear proyectos para la sociedad que espero hagan pensar a
más de uno para desarrollar un futuro más sostenible.
Agradecer a
Ecology Project me será infinitamente placentero por todas las experiencias y
enseñanzas que me ha dado y por la oportunidad de conocer distintas personas
que creen en la educación ambiental y quisieron transmitir sus conocimientos:
esto me ha ayudado a darme cuenta qué es lo que realmente quiero para mí en un
futuro, y lo que quiero hacer por mi ciudad, por mi país, por mi planeta.